miércoles, 9 de abril de 2014

De esos silencios que ocupan lugares







*Si un día me faltas no seré nada 
y al mismo tiempo lo seré todo 
porque en tus ojos están mis alas 
y está la orilla donde me ahogo*
Carlos Varela. Una palabra 


¿Sabes?
No te lo he dicho aun,
pero lo sabes o al menos intuyes lo que transcurre
bajo los párpados agitados de la noche.
Estas muriendo,
de muerte lenta y de desgano, agonizando a destiempo,
deshojado en las hojas de este otoño que pinta de acuarelas el paisaje,
ocre y gris,
olor de llovizna y moho así me sabe tanta ausencia.
Y no es que te he olvidado, tampoco te recuerdo,
mas bien sucede que estás y nunca has estado.
Tan absurda es la vida
y tanta vida gastada en el absurdo de conquistar el mundo.
Y es así nada mas,
así lo siento, así lo digo y lo repito a viva voz o en un murmullo.
A veces incluso canto,
entono  melodías que invocan el conjuro de tu imagen,
pero no estás,o nunca has estado,
quizás fue un sueño
o el hipnotismo provocado de tanto desvelo transcurrido, 
buscando la salida al laberinto oscuro de tu cuerpo. 
Lumbre de velas sobre el esqueleto de este amor
que se muere lentamente al paso del tiempo,
al correr estaciones sobre el calendario.
No te lo he dicho aun...
Y es que los párpados se abren en la nocturna vigilia de tu nombre.


Imagen: Emilie Leger
   



domingo, 6 de abril de 2014

Sáciame con tu danza.




Dánzame majestuoso
como la luna tan llena,
desnudo y todo erguido, 
desprovisto de la espera.

Tómame en tus brazos 
que no existen las cadenas
que separan nuestros cuerpos
si en esta luna plateada
se nos duermen las estrellas.

Ven sobre el regazo
de tierna y húmeda hierba,
cabalga por mis montañas,
galopando en mis praderas.

Y piérdeme con los ojos
en tus pupilas tan negras
y encuéntrame con tu boca,
cual  fruta madura y fresca.

Sáciame con el ritmo
ondular de tus caderas,
en el baile de los tiempos
danzando hasta amanecer,
en mística y dulce entrega.

viernes, 4 de abril de 2014

Luna de plata



Noche de luna llena, brillo de plata clara,

 penas que no se olvidan, tristezas que gana el alba

Bruma que va envolviendo, retazos de madrugada,

 que duelen como la ausencia de tu cuerpo en la cama.

Espejismos de figuras, se dibujan en mi alma,

 que vaga sin rumbo fijo, esperando la mañana.

Hambre de tu presencia, sed que nada la calma,

recuerdos que son tormentos, sueños que no son nada.

Plegaria del abrazo






Ven, sobre la escarcha de mi cuerpo,
 deja un latido,
pequeño, casi trémulo, 
dame calor y  en tu abrazo abrigo 
insufla un poco de aliento
 y que en  tu paz  yo encuentre ese alimento.

Apenas sobrevivo,
 a este dolor de estar que me acontece,
 y  nunca  es día, siempre anochece,
 sobre este pobre esqueleto, todo mío

 Mis pies  cansados, sintiendo los caminos
temblorosos están  de tanto tiempo andado,
solo buscan sostén en tu cariño
y en tu abrazo sentirme,
 protegido igual que  un niño
   
 Sé mi fuerte,  el timón
  y guía  en movimiento
 y con tu nombre en plegaria me pondré andar,
 luchando mi destino .
Solo espero en ti, en tu refugio,
hallar tu abrazo y ver la luz del día que amanece 
     

Extrañándote









Asumo el desafío de vivir extrañándote en mis días.
 por esto que el otoño se inicia,
 y el viento es un tirano que desnuda las ramas,
 jugando con las hojas desprendidas.
Y  yo te extraño,
ahora que los días son mas cortos
y me sobra la noche buscándote en mi almohada, 
 asumo que me duele este silencio,
 la ausencia se cuela en mi cuerpo
 como la triste niebla que empaña los cristales,
 humedad de los techos,
 cielorraso pintado de acuarelas marrones
¿Donde se fue la risa?  
¿Donde se esconde?
 perdida en el ocaso que supone extrañarte.
Así de este modo,
asumo que me cuesta respirar
 y me ahogo en el vaso azul de tu mirada
 que guardo entre mis libros,
 esos que alguna vez leímos, olvidados del mundo.
Vos recitabas poesías yo acariciaba tu pelo,
besándote en la punta de mis dedos
 te traía a la luz de mis mañanas.
Asumo que estoy viva,
asumo que me duele el extrañarte.