jueves, 15 de noviembre de 2012

YERMA







Voy a espiar la vida con un solo ojo, 
  para no ver Tú todo oscuro y abyecto, 
legañoso y turbio, 
miraré de reojo los contextos, 


no importa lo que digas, 
huele a despojo, 
podredumbre, 
silentes  bocas y cuerpos pestilentes.

Empañada la mente,
retorcida de celos, 
cubierta tu pobre alma de negros fantasmas, 
y absurdos pensamientos
 escupes y blasfemas,
dices…
No tiene sentido, 
pero dices lo que en tu poca estatura se repite.

¡Oh  esencia alternativa! 
comprada o regalada,
tan barata y bastarda, 
raquítica de sentimientos,
Tan poca cosa, tan vana.


  Sábado, 03 de Noviembre de 2012
01:36 a.m.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Te va a doler…Mutilaciones...









Con el látigo que rasgas las espaldas ,
roja sangre vertiendo en las pupilas,
en carne  viva quedara la piel en llagas 
 putrefactas al sol del medio día.

Huecos, vacíos, cuencas olvidas,
 despojos de la carne entumecida
Así será de oscura la agonía
al grito del cuerpo que desgarra.

Silencio de segundos tras las horas,
al borde del abismo la locura,
fugaz en remolino la bravura
al ser hoy  un Cristo en agonía.

Clama la lengua en estertor  por agua,
gime el sediento  ya por vida o muerte.
pide clemencia  como un niño hambriento
Y el último suspiro de su cuerpo exhala. 

lunes, 5 de noviembre de 2012

Nuestras manos (tiempo de destierro)








Nada tengo…
 mas que estas manos,
 y este tiempo de destierro,
alguna lagrima que escapa
 y muere sin ser vista.
Fugitivas, ladronas de sueños,
proclives al silencio,
 cuando escapan al verbo .

¿Y tú que tienes para darme?
Desde tus palmas blancas,
que agita el viento
 y se hacen vendaval  cuando te pienso,
¿Puedes gritar al viento lo que duele?
Los labios sangran...
palabras muertas luego del silencio.

Nuestras manos ya no hablan,
ya no pintan un cielo de ilusiones,
 ni dibujan pasiones que el corazón aguarda.
Reposan en silencio,
 calladas,
muertas...
quizás de tanto verso,
mutiladas...
enfermas de repetidos desencuentros.

Nuestras manos
 ajenas a todo,
 yacen frías, inertes,
 cubiertas de palabras,
que solo lee el alma
 y nuestros sentimientos.