Fedra
duerme toda desaliñada
y yo alucino en el triángulo final de su
espalda,
o por
el suicidio de su boca encarnada.
Nada
sabe ella de lo que me provoca,
es mi
amiga, compañera,
autentica
guerrillera de tantas jornadas locas.
Su
concepto de amistad nada tiene que ver con lo que expresan mis ojos,
-carbones encendidos…
y menos aun con el alocado latido que
despierta mi entrepierna.
¿ Y si
me arriesgo?
¿ Sera
posible evitar un rechazo?
¿Sera
un "no" lo que gritarán sus labios?
¿y si
acaso me equivoco?
Y me
encarcela su abrazo.
¿Qué
sucede si en este momento despierta?
Y ve
mis manos casi rozando su cadera ,
y mis
ojos devorando si vértice angelical.
Siente
me presencia ,
gime ,
bosteza y en el exacto momento que la luz se va…
Fedra
voltea.
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